Pasó San Valentín, dejando parejas que ya estaban fabricadas de serie, tras muchos años de batallas donde la pasión no era más que una quimera en los corazones forjados a base de lucha diaria por sobrevivir, haciéndolos duros, pero más fuertes, frente a temporales donde siempre amainaba, al puerto de una buena conversación sin palabras.
No hacía falta decir lo evidente. Que mi vida está junto a ti, hasta más allá de los años que pasemos juntos.