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24 marzo 2017

COMUNIONES 1996-2017 (II PARTE)

Como os decía en la anterior entrada, mucho ha cambiado todo referente a los reportajes sociales. En cuanto a composición de las imágenes, ahora es todo más natural, mas espontaneo , estilo foto periodismo o estilo "CASUAL" que diría Fernando, uno de mis novios favoritos, hoy convertido en marido de Dianita otra de mis novias superfavoritas ( que fotogénica es...no sale mal ni queriendo). 
Bueno, que me desvío del tema. 
Hace dos décadas, tenías que pensarlo mucho antes de posar tu dedo en el disparador de la cámara. Hasta había cierta tensión que hoy se ha sustituido por originalidad. Primero, porque cada disparo, costaba dinero, traducido en carretes. Segundo, porque la composición tenía que estar perfecta en el poco tiempo que tenías. Nada de papeles en el suelo, un coche pasando por detrás o la figura de algún espontaneo pululando por la imagen. Eran fotografía perdidas que ni te molestabas en enseñar. Hacías una ensalada campera y te las comías. 
Imposible de comercializar imágenes que no fueran dentro del estudio y las menos, en un jardín, en un pazo de revista o similar. 
Quise muchas veces hacer pre-comuniones en una estación de tren o en un descampado y me quedé con las ganas. No accedió nadie. El traje, se podía manchar. Estamos hablando de hace veinte años y en un pueblo. Huele a limitación por los cuatro costados, ¿verdad?.
Por eso hoy, en la era digital, tengo tanto que agradecer a la vida tecnológica. Con la llegada de internet, se han abierto ventanas al mundo, a otros países donde los reportajes eran y son de otra manera. Hemos visto otras cosas que se salían de lo normal pero la vista se acostumbró tanto a verlas que nos encantaron. Y vía libre a la imaginación como si no hubiera un mañana. 
El niñ@ que realiza su primera comunión ya no tiene que ir vestid@ igual que los demás. Ni llevar el mismo álbum. Ni los mismo recordatorios en cartón. Cada niño es diferente y por lo tanto, diferente serán las imágenes que acompañen el recuerdo de un día muy especial para él y su familia.  
Hoy, se hace un proyecto previo, se valora la personalidad del niñ@ y se fotografía en consecuencia. Un niño inquieto, imaginativo y deportista, no debe tener un reportaje igual que un niñ@ tranquilo, pausado y toque un instrumento. Tanto la localización, la luz y el atrezzo serán muy diferentes.
Se trata de contar historias a través de la luz con sensibilidad y anteponiendo el corazón a la cámara.  
Al menos yo lo veo así y así lo quiero plasmar.
Pero para eso, hay una parte muy importante que si no colabora, nada de esto es posible, que son los padres. Primero, porque es la parte contratante y segundo porque si no están por la labor y dan más problemas que soluciones, poco se puede hacer. 
Afortunadamente pocos, por no decir casi ninguno me ha tocado. 
Y reconozco que soy muy pedigüeña, bastante pedigüeña, bueno, soy el colmo pidiendo. Y pesada todavía más. Pero todo tiene un motivo y una razón. El día que deje de pedir a los padres tantas cosas, me retiraré a contemplar gaviotas en el mar.....por cierto, ¿por qué las comuniones son sólo cosa de las madres fotográficamente hablando?
Si has llegado hasta aquí, creo que te habrás dado cuenta que ambos nos hemos pasado un buen rato en esta publicación, así que, CONTINUARÁ......

"Si luchas puedes perder, sino luchas estás perdido".